En mi tierra, Morón de la Frontera, Luis Manuel Sosa Suárez es una de esas personas que pertenecen a la fábrica del carnaval. Un chaval sencillo que no suele aparecer en la primera línea de fotografía. Un artesano de la fiesta que, de forma incomprensible, no ha sido reconocido aún. Tal vez porque fue, en su día, un aprendiz autodidacta y ahora es un maestro liberado de cualquier limitación de la fiesta. Pero que pertenece a ese grupo de grandes artistas que van por libre y eso suena a rebeldía. Curiosamente como huele el carnaval, aunque moleste. Como dice el refranero: “nadie es profeta en su tierra”. Al menos en estas líneas llevadas a las ondas, Luisma, será reconocido como lo que es. “Un carnavalero de oro”. Os dejo por aquí mi columna semanal para la Cadena SER Radio Morón por si no tenéis nada mejor que hacer. Feliz semana.